“Podrán cortar todas las flores,
pero no podrán detener la primavera”.
Pablo Neruda
Hace ya más de una semana que un grupo amplio de jóvenes de Mungia del movimiento juvenil Alkarhegaz, surgido hace ya un año, ocupo el molino abandonado del pueblo para reivindicar y poder llevar a cabo aquello que desde el ayuntamiento gobernado por el PNV les ha sido negado una y otra vez. El abandono y la falta de propuestas y planes para la juventud del pueblo es latente. Es eso lo que denuncia el movimiento. Un movimiento que tras varias reuniones colectivas e intercambio de ideas decidió que se necesitaba contar con las mayores adhesiones posibles, contar con el amparo de las asociaciones del pueblo así como impulsar la mayor implicación posible de las cuadrillas. Tras amplios debates decidieron que había llegado la hora de la acción, de llevar a cabo dichas ideas. Se plantearon diferentes acciones como poteos informativos, diferentes talleres para niños, hacer charlas informativas sobre experiencias en otros gaztetxes… A la vez que se decidió informar al ayuntamiento de dichas propuestas, primero por escrito y después tras reunirse con ellos, reunión en la que cual el ayuntamiento les vendió que veían con buenos ojos las propuestas pero que a la hora de la verdad no mostro ni amparo ni facilito ninguna herramienta para llevarlas a cabo. Dejando pasar el tiempo, ya se cansaran y volverán a sus lonjas. El movimiento juvenil denuncia que a nivel municipal no existe oferta alguna de cara a la juventud, que no se promueve la convivencia entre los jóvenes ya que ni siquiera se habilita por parte del ayuntamiento ningún espacio para que las distintas asociaciones puedan realizar sus actividades y fomentar así esa convivencia. Es por todo ello por lo que deciden ocupar el molino, para convertirlo en un local auto gestionado que ayude a impulsar la participación de todas y todos a través de una oferta socio-cultural alternativa. Abierta a TODOS los jóvenes. La única respuesta que se tiene por parte del ayuntamiento ante esta situación es que se trata de un movimiento promovido por “los de siempre”, “los que ya todos sabemos quiénes son” utilizándolo como arma electoral pero que en Mungia son 2500 jóvenes , que no todos están de acuerdo con la ocupación y que si los demás jóvenes tienen que pagar sus locales religiosamente porque “ellos” no. Separando así la juventud del pueblo entre los “suyos” y los “otros”. Desviar la atención y dirigir el foco hacia otro lado, como siempre sin plantear soluciones. Solo recordarles que gobiernan para el conjunto de ellos. Así es como el ayuntamiento quiere a sus jóvenes, en sus lonjas y fuera de cualquier ámbito de decisión sobre las cosas que atañen a su pueblo. Que no molesten. Actuando como acostumbran: escuchamos al pueblo pero hacemos lo que nos da la gana. La juventud se ha cansado y ha decidido poner en marcha el molino de Mungia para remover sus tranquilas y adormiladas aguas.
Es justo durante esta semana, el día 6 concretamente, que el PNV ordena detener a tres miembros de Segi que van a ser juzgados y condenados por la tarde por la audiencia nacional acusándoles de intentar continuar con la labor POLITICA antes iniciada por otros procesados y ABSUELTOS ya con anterioridad. Por su labor de militancia política. Curioso todo cuanto menos. El enésimo intento por cortar el futuro bloqueando cualquier posible organización juvenil en Euskal Herria. Continuar con ese plan para meter el miedo en el cuerpo a esas posibles generaciones que pudieran unirse a esa lucha en un futuro. En este caso el PNV continúa con su colaboración con el Estado español a la vez que trata de evitar cualquier organización de ninguna cadena humana, saben que por muchos golpes que sus sicarios les den, los jóvenes se volverán a unir una y otra vez para resistir. Curioso también y como si de una señal del destino se tratase ese mismo día se cumplían 40 años del nacimiento de la organización juvenil en Euskal Herria de la mano de Jarrai. Nace en un contexto muy inconcluso de resistencia política en el estado español y en Euskal Herria, en el cual el bloque dominante intento cambiar el modelo de dominación y opto por un modelo basado en el régimen parlamentario, en la monarquía y en el aspecto económico neoliberal. Todo ello se pudo dar gracias al consentimiento de la izquierda española en general, de los sindicatos y en el caso de Euskal Herria en particular al PNV.
Es en ese momento en el que aparece KAS (Koordinadora Abertzale Sozialista) que aglutina a todos los movimientos y organizaciones políticas que no están dispuestas a facilitar la transición y apuestan por la ruptura. Estaba compuesta por varias organizaciones, desde movimientos nacionalistas, trotskistas, maoístas, sindicatos y hasta la organización armada. KAS apostaba por una Euskal Herria independiente, unificada, euskalduna y socialista, es entonces cuando surge Jarrai. Jarrai trata de dar una lucha ideológica para concienciar a la gente de que lo que hace falta es un cambio de modelo de raíz, que las problemáticas sectoriales solo pueden ser abordadas por un cambio integral que nos llevaría a ser comunidad independiente y socialista y para tratar a la organización juvenil para que se organice y afronte las problemáticas sectoriales que se puedan generar. Es en ese contexto al que se llega al año 2000 y ese movimiento que se proyecta como el futuro para Euskal Herria es algo que el Estado no puede permitir bajo ningún concepto. Para esas épocas el gobierno español pone en marcha todo el armamento jurídico construido por el ex juez Baltasar Garzón del “todo es ETA”. En las que se promulgan leyes como la ley de partidos del 2002, se inician macro juicios contra todas estas organizaciones juveniles que tienen como objetivo por una parte arrinconar y aislarlas y por otra cortar de raíz las posibles generaciones que se pudiesen sumar a la lucha. Ante todo esto la organización juvenil en Euskal Herria no se queda quieta y se unifica con Gazteriak, organización que opera en Iparralde, por lo tanto dos organizaciones con un mismo objetivo y actuando en dos espacios diferentes, lo cual no tenía mucho sentido. De esa unión en la que participan más de 4000 jóvenes surge Haika. Pero fueron 6 meses los que tardo Baltasar Garzón en ilegalizarla bajo la hipótesis de que se le relacionaba con ETA. Frente a todo esto en 2002 un grupo de jóvenes decide formar otra organización, Segi, para intentar seguir con esa labor de organización juvenil de Euskal Herria de forma no clandestina. En esta ocasión consiguen aguantar 3 años antes de su ilegalización, en principio considerada organización ilícita y tras una recusación por parte del Tribunal Supremos, instancia superior a la Audiencia Nacional, se consideró como organización terrorista. Una organización terrorista sin armas. Aquí se pone en marcha todo el andamiaje teórico ideológico diseñado por Garzón sobre que todas las organizaciones del Movimiento de Liberación Nacional están organizadas y dirigidas por ETA. Disparando una época represiva en la que se empieza a detener a toda las direcciones de todos los movimientos juveniles, a la militancia de base, a gente detenida pegando carteles. Una época que se encuadra entre 2006 y 2009 en las que se llegan a detener a 240 militantes. Y llegamos hasta la última acción contra la organización juvenil que se dio el anteriormente citado día 6 en la cual son condenados los últimos 7 militantes. Como también hemos dicho con la colaboración del Partido Nacionalista Vasco que a primera hora los ordena detener, antes siquiera de ser juzgados. Un PNV que continua en ese bloque dominante que facilito la transición continuando con su apoyo a la monarquía y su participación en la economía neoliberal.
El PNV cuenta con más de 100 años de antigüedad y mantiene una postura regionalista. Además apela al doble discurso: Un partido que para con sus bases se reivindica como nacionalista y luchador del reconocimiento de la Nación Vasca pero manteniendo una actitud pactista con el gobierno central. Es decir que es parte de ese modelo de dominación del estado español. Y ha sido el partido hegemónico en Euskal Herria desde el final de la dictadura de Franco. El mismo doble discurso que se traen en Mungia, uno en la que van de que escuchan al pueblo y trabajan para él y el otro y el que llevan a cabo, trabajar para sus intereses y los de sus clientes. Un PNV que realmente no deja que el pueblo participe en decisiones que atañen al pueblo. Pero muy a pesar de tantos intentos tanto desde el gobierno español como del PNV, gracias a dicha colaboración con el gobierno central, de acabar y cortar cualquier avance de ningún movimiento ni organización juvenil, y a pesar de que hay que reconocer que han conseguido bloquearla en su gran mayoría, llegándola incluso a adormecerla, la juventud vasca ha demostrado una vez más que esta muy viva, gracias esta vez a la asociación de jóvenes Alkarhegaz de Mungia, que gracias a la unión, organización e intercambio de ideas ha puesto en marcha el molino, creando la Errota Gaztexea, a través de la participación colectiva, las diferentes donaciones, organizando diferentes actividades culturales, que impulsan la convivencia en común de la juventud, como charlas, talleres, cine… han arrancado las ruedas el molino, removiendo las aguas que permanecían quietas y dormidas durante mucho tiempo, creando así una redonda metáfora. Porque esa así como se construye un pueblo, con el intercambio de ideas y su posterior elaboración colectiva. Porque es asi como se hacen realidad los sueños. Porque podrán cortar todas las flores pero no podrán detener la primavera.
Gora Errota Gaztetxea! Gora Mungiako Gazteak! Gora euskal gazteria!
Gora Errota Gaztetxea! Gora Mungiako Gazteak! Gora euskal gazteria!